lunes, 9 de noviembre de 2015

Cosas inevitables.

Y, sin darte cuenta, ya se ha colado en tu vida. “No quiero enamorarme de nadie, no quiero enamorarme de nadie” te repites constantemente. Pero hay cosas inevitables y, así es, esta es una de ellas. Lo intentas, pero no puedes dejar de pensar en él. En cómo estará, en si te tendrá tanto en su mente como tú lo tienes en la tuya, en si tendrá ganas de verte, de abrazarte... Porque tú sí, tú te mueres por darle un abrazo fuerte, largo... de esos en los que el mundo se para y sólo existís él y tú. Y es que no puedes evitar que te salga esa sonrisa tonta cuando hablas de él. Y decir “no, no me gusta” cuando la gente nota lo que tú te niegas a reconocer. Porque ¡no pasa nada! Ese chico te gusta, te encanta escuchar su voz diciendo tu nombre, te hace reír a carcajadas con cada una de sus ocurrencias, siempre está ahí para escucharte y darte ese abrazo cuando más lo necesitas. No temas a quererlo, a darle ese amor que él mismo está haciendo que nazca en ti. Porque no hay nada más bonito que dar amor mientras lo recibes. No tengas miedo a nada, porque con ese miedo, sólo te estás perdiendo lo que podría ser una bonita historia de amor, tu historia de amor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario