Y es que mi
hobby favorito es morderte la sonrisa. Esa sonrisa que te sale cuando te digo
que me faltan palabras para decirte lo mucho que te quiero. Creo que nunca
llegarás a imaginarte lo mucho que significas para mí. Porque mi mayor refugio
son tus brazos y mi canción favorita, tus carcajadas. ¿Felicidad? Sólo era una
palabra más en mi diccionario hasta que llegaste tú y le diste significado. Y
es que si yo soy la niña de tus ojos, tú
eres el hombre de mis sueños. Y no, no eres perfecto, a veces te enfadas por
tonterías, llegas siempre tarde cuando quedamos y nunca te acuerdas de dónde
has dejado las cosas. ¡A la mierda la perfección! Me encanta desenfadarte a
base de cosquillas y besos; me desespero cuando llegas tarde pero adoro tu
sonrisa de disculpa ; y gracias a tu despistes, puedo jugar un ratito contigo y
verte buscar tus llaves como un niño busca a su amigo en el escondite. Y es que
llegaste a mi vida poco a poco, sin apenas darme cuenta y, así, sin más, te
hiciste un hueco en mi corazón que sólo tú puedes ocupar. Y, sin saberlo, te
has convertido en ese cuento de hadas que he soñado vivir desde que era un niña
y ¿por qué no? Lo has mejorado.
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