Nunca había querido tan fuerte.
Nunca me habían querido tan mal.
Supongo que, por desgracia, la mayoría de las veces
va unido.
Da pena ver cómo te enganchas de eso que te hace
tanto daño.
Cómo te aferras a algo que no es, y nunca será.
A ese “va a cambiar” que repites sin creértelo del
todo.
Qué listos nos creemos y qué tontos somos al final.
Cuánto amor damos a aquel que sólo da palos.
Cuántas lágrimas derramamos, por el que se ríe de
nosotros.
Pero así somos.
Puro corazón, que ciega a una mente que se niega a ver
la realidad.
Puro corazón, con sentimientos que tienen a equivocar..
No hay comentarios:
Publicar un comentario