Y por mucho que te acostumbres a la soledad siempre
necesitas a alguien. Alguien para reír, para soñar, para compartir tus éxitos,
tus alegrías. Alguien en quien apoyarte cuando no puedas más, alguien que te
saque una sonrisa en tus peores momentos. Alguien que nunca te deje caer, que
siempre este ahí para ayudarte. Alguien que soporte tus lágrimas, que te
escuche y te aconseje. Alguien que te diga todo lo bueno que tienes y también
lo malo, que este a tu lado para hacer de ti una persona mejor. Porque, por mucho que algunas personas lo
crean, a nadie le gusta estar completamente sólo. Tus triunfos, si los
compartes, serán mucho mayores; tus penas, mucho más pequeñas y fáciles de
superar.
Que blog tan maravilloso, me encanta tu forma de escribir y debo decir que me siento supremamente identificada, tanto con tus entradas como con tus tweets. Por lo que he podido ver somos muy parecidas.
ResponderEliminarPasate por mi blog si quieres: www.diariodeunapersonabastanterara.blogspot.com
Un abrazo gigante.